Un viaje por Israel, es por fuerza un viaje al pasado. En esta tierra se han escrito los párrafos más significativos del pasado religioso y cultural, que han marcado toda la historia universal. La tierra de la Biblia, donde podemos visitar cada rincón mencionado en ella, conservando la sencillez y belleza hoy como lo hemos imaginado siempre. Pero también guarda incontables tesoros arquitectónicos y una riqueza cultural que no tiene nada que envidiar a los más conocidos destinos turísticos. Israel es imprescindible para nuestro conocimiento del mundo y la historia de la humanidad.Sus monumentales ciudades nos transportan a tiempos pasados de las más importantes culturas, que por aquí pasaron, y dejaron una a una su personalidad. Hoy podemos contemplarlas en perfecta armonía arquitectónica, perdurando aún en todo su esplendor.

Del desierto pasamos al Mar Muerto, de allí a las fértiles montañas del Golán, al Mar de Galilea, la costa mediterránea, la mítica Jerusalem... pero sobre todo sus ciudades repletas de historia y arte, palpitantes de vida en sus mercados, de devoción en sus templos, de impactante naturaleza en sus paisajes, y sobre todo, de hospitalidad en sus habitantes. Un viaje a la Tierra Santa, la Tierra histórica, la Tierra sorprendente, nos abre los ojos para no cerrarlos, es tanta la monumentalidad de sus antiguas construcciones, que se nos agolpa en la retina sin darnos apenas tiempo a asimilarlo en una vez. Petra, el enclave histórico de Jordania, la ciudad perdida de los nabateos declarada Patrimonio de La Humanidad por la UNESCO .A aproximadamente 200 kilómetros de la capital jordana, Petra llama la atención de millones de personas cada año, que la visitan y disfrutan de sus imponentes y bien conservadas maravillas, tales como El Tesoro y El Monasterio.Pero, además, esta maravilla del mundo esconde muchos secretos y curiosidades dignas de conocer