Las Islas Galápagos, Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO desde 1978, tienen un asombroso 97 por
ciento de sus más de 45.000 kilómetros cuadrados/28.000 millas cuadradas, conservados como parque
nacional. Situadas en una intersección principal de varias corrientes oceánicas, estas islas son el hogar
de una enorme diversidad de vida marina, casi el 20 por ciento de la cual no se encuentra en ningún otro
mar.

Además de por su biodiversidad y la abundancia de endemismos, las Islas Galápagos no son solamente
uno de los mejores lugares del mundo para bucear (si no el mejor), en superficie este archipiélago sí que
es un territorio único en el mundo: solamente allí los animales no tienen grabado en su código genético
el miedo al hombre. Todas las especies de superficie se comportan con absoluta normalidad ante la
presencia humana y eso, junto a la gran biodiversidad existente y la enorme cantidad de animales
endémicos, convierten a este archipiélago en el espacio natural más privilegiado del planeta.
Este viaje está especialmente recomendado para buceadores que no quieran (o puedan) hacer un
crucero vida a bordo y prefieran dormir en tierra firme. Algunos de los lugares de buceo que se visitan
están entre los mejores del mundo. También es un viaje muy apto para acompañantes que no bucean,
ya que las excursiones que pueden hacer diariamente son, sencillamente, espectaculares.
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