El silencio y los intensos colores del bosque boreal serán nuestros compañeros de viaje.
En el norte de Finlandia, en el corazón del territorio Sami, se encuentra el lago Inari. Una inmensa masa de agua que se extiende por más de cien kilómetros de longitud y que en su parte de mayor anchura llega a medir cerca de cuarenta kilómetros. El segundo lago en extensión de ese país y el sexto de Europa.

Entre sus aguas asoman más de tres mil trescientas islas de muy diferentes tamaños que rompen la monotonía del horizonte y que convierten su superficie en un laberinto de canales, archipiélagos, bahías, estuarios, penínsulas, istmos, cabos y golfos. Un paraíso para los que en verano surcan sus aguas en pequeños botes buscando paisajes recónditos y vírgenes, donde el hombre y la civilización pareciera que no hubieran llegado.

Laponia en otoño se viste con sus mejores galas, nos enseñara sus mejores colores. El otoño es conocido como la Ruska para los fineses es una época muy particular, la despedida del verano. Los bosques de coníferas y abedules cambian su tonalidad y comienzan las primeras auroras boreales.

Navegaremos a la sagrada isla de UKKO (el dios del trueno), la isla de las ofrendas saamis, caminaremos hasta la iglesia de Pielpijarvi, la iglesia de madera más antigua de Laponia . Todo adornado con las mágicas luces de la aurora boreal y los espectaculares colores del otoño finlandés.

Viaje activo pero muy sencillo abierto a cualquier persona que le guste la naturaleza. La ruska o el otoño finlandés es mundialmente conocido por su belleza y en esta época ya no hay mosquitos.