La Tierra Santa es el territorio geográfico que comprende los lugares donde se desarrollaron escenas bíblicas tanto en el Antiguo (Tanaj) como en el nuevo Testamento. El concepto ha demostrado evolución en las Escrituras. Para algunas fuentes bíblicas se limita a la tierra prometida, para otras se refiere a todos los territorios en los que se desarrollaron algunas escenas bíblicas. El nombre Tierra Santa se refiere a un hecho histórico y religioso de sacralidad de la Tierra según el concepto judeo-cristiano. La "Tierra" se hace "santa" cuando entra en el plano divino de la salvación, de la misma manera que habla de "hombres/mujeres santos" y "lugares santos". En tal caso, la Santidad no se origina en el objeto o sujeto en sí, sino en el contacto de este último con el que se considera que "es auténticamente santa", es decir, la divinidad. Tierra Santa comprende territorios en menor o mayor medida de los siguientes países modernos: Israel. Los territorios palestinos, especialmente Cisjordania (Judea y Samaria). Jordania, antiguos territorios de las tribus Ragés en el este, Gad y Rubén. Egipto, territorio de la morada del pueblo elegido y más tarde territorio del surgimiento del monaquismo cristiano. Irak, la antigua Caldea, la patria de Abraham y más tarde muchas otras escenas bíblicas. Siria, un territorio de antiguas rivalidades nacionales contra Israel (los asirios), una tierra de refugio del profeta Elías en Serapta, la tierra de la conversión de Pablo de Tarso y hogar de una de las primeras iglesias históricas: la Iglesia siria oriental. Turquía, Grecia y Creta; Es decir, el Hélade o territorio de la antigua civilización griega, hogar de una de las primeras iglesias históricas.