La antigua república soviética de Azerbayán se encuentra rodeada por el mar Caspio y las montañas del
Caúcaso que recorren Asia y Europa. En su capital, Baku, contrastan los edificios ultra modernos con su
Ciudad interior medieval amurallada. Dentro de la Ciudad Interior se encuentra el Palacio de los
Shirvanshah, un lugar de retiro real del siglo XV, y la Torre de la Virgen, hecha de piedra hace siglos y
que domina el paisaje de la ciudad
Georgia, en el corazón del Caúcaso, es un país desconocido y misterioso pero espectacular. La geografía
nos dice que está en Asia pero tanto por su historia como por su cultura, forma parte de
Europa y de la más antigua cultura occidental. Además, es intensamente verde. Sólo en las cumbres de
las montañas que superan los cinco mil metros, desaparece la vegetación. Hay ríos por todas partes, casi
siempre de aguas frías pero también calientes. Son muchos los surgimientos de aguas termales. En lo
que respecta al patrimonio llaman la atención sus espectaculares castillos y ciudadelas, como la de Gori,
la de Khertvisi o la ciudadela de Akhaltsikhe pero sobre todo sus muchos monasterios, siempre
enclavados en lugares estratégicos dominando el paisaje.
Viajar a Armenia, milenario país situado en el Cáucaso meridional, es sumergirse en las raíces mismas
del cristianismo, pues posee el honor de haber sido el primer reino en adoptar el Cristianismo como
religión oficial en los albores del siglo IV. La precoz adopción de la fe cristiana forjó su cultura y
condicionó su arquitectura. Su estratégica posición entre Europa y Asia ha condicionado su Historia:
grandes imperios desde los asiros a los turcos otomanos dejaron huella en su cultura y en su arte. El país
sorprende por su patrimonio artístico único e inigualable y su belleza natural es también espectacular,
ofreciendo paisajes únicos con mesetas volcánicas, fértiles y profundos valles, el lago alpino más alto del
mundo y el bíblico Monte Ararat, símbolo del país, coronado por nieves perpetuas en las que se dice que
tras el Diluvio Universal, el Arca de Noé quedó varada.