19 Días | Salida especial en grupo del 2 al 21 de agosto
El reino del Nepal es un pequeño país enclavado en las faldas de las montañas más altas del mundo, de fisonomía alargada y poca anchura. Es un país donde abundan los lagos y cascadas, las llanuras y los valles fértiles, las nieves eternas de sus montañas y la jungla con fauna y flora de variadas especies. La vertiginosa altitud de los Himalayas y el recogimiento espiritual de sus gentes han condicionado para que este país sea todavía desconocido para muchos, aunque de gran atractivo para montañeros y gentes de todo el mundo en busca de paz.
Bután es un país fascinante, sus paisajes se suceden como las imágenes de un calidoscopio. Tiene exuberantes junglas tropicales al Sur, y al Norte la región de los Himalayas con sus nieves eternas. Encajonado entre India y China, este país ha conservado intacta su herencia del budismo y su población vive en armonía, en una unión mística entre el mundo real y el sobrenatural.
El Tíbet, denominado "El Techo del Mundo", es una importante región histórica de Asia políticamente incluida en China. Sus peculiaridades derivan de su particular situación geográfica y de una población muy diferente al del resto de China. Entre risco y risco resuenan las palabras de Nyima Tsering: “Solo la armonía entre el cielo, la tierra y el hombre puede salvar el planeta. El paraíso no está en el cielo, como dicen los cristianos, sino en la tierra, y depende del desarrollo espiritual del hombre y de su esfuerzo por cuidar el medio ambiente”. “Por ello”, añade este monje del Jokhang -el templo más sagrado del lamaísmo-, “el siglo XXI será el siglo del esplendor del budismo”.
En el Tíbet la religión está profundamente ligada a la cultura y a la vida cotidiana. El lamaísmo, una de las seis escuelas del budismo, tiene un mayor número de seguidores; pero aquí, a diferencia de Occidente, las religiones no son rígidas, sus credos se entremezclan, se alimentan unos de otros y conviven pacíficamente. No hay una casa, un puente o una montaña en los que no ondeen los cinco colores que simbolizan la unión entre el espíritu y el hombre: el rojo representa al sol y al fuego, el verde al agua, el amarillo a la tierra, el banco a la nieve y el azul al cielo. Son como pequeños banderines unidos a lo largo de una cuerda o un palo que ventean hacia el cielo las esperanzas de una vida mejor.
(*) Consigue 6% de descuento al reservar este viaje 60 días antes de la fecha de salida. ¡No dejes escapar esta oportunidad!
Envíanos tu contacto y te informaremos sobre otros viajes similares
2 de Agosto: Vuelo ciudad de origen - Katmandú
3 de Agosto: Llegada a Katmandú
4 de Agosto: Katmandú. Por la mañana visita a la Plaza Durbar y Swayambhunath
5 de Agosto: Visitas a Pashupatinath, Boudhanath y Bhaktapur
6 de Agosto: Visita por la mañana a Patan. Katmandú, tarde libre
7 de Agosto: Vuelo Katmandú - Paro. Traslado a Thimpu
8 de Agosto: Thimphu. Visitas
9 de Agosto: Traslado a Punakha / Wangduephodrang
10 de Agosto: Traslado a Paro, visitas
11 de Agosto: Excursión al Monasterio Taktsang y Kyichu Lhakhang
12 de Agosto: Vuelo Paro - Katmandú
13 de Agosto: Katmandú. Día libre
14 de Agosto: Vuelo Katmandú - Lhasa. Traslado a Tsedang
15 de Agosto: Visita al Monasterio Samye. Traslado a Xigatse, vía Gyantse y Lago Yamadroke
16 de Agosto: Visitas en Xigatse. Traslado a Lhasa
17 de Agosto: Lhasa. Visita al Templo Jorkhang y Palacio de Potala
18 de Agosto: Lhasa. Visita a los Monasterios Drepung y Sera
19 de Agosto: Traslado a Gonggar. Vuelo a Katmandú
20 de Agosto: Katmandú, día libre
21 de Agosto: Vuelo Katmandú - Barcelona
Pasajeros con destino Madrid:
Precio por persona: 5.109 €
(Mínimo 6 personas / Máximo 20 personas)
Tasas aéreas aproximadas con Turkish Airlines: 364 € (a 16/01/20).
Suplementos por persona:
3-5 personas: 228 €
Habitación individual: 838 €
Precios válidos para la salida indicada.