Tanzania nos traslada a ese mundo fascinante de sensaciones, conservando aún buena parte de su territorio en estado puro. Naturaleza virgen, poblada de una flora exuberante y exótica junto a una fauna maravillosa que durante la época de migración ofrece uno de los espectáculos más impresionantes del mundo.

El Parque Nacional de Serengeti es uno de los últimos grandes refugios de la vida salvaje del mundo, donde miles de animales de las más variadas especies se ponen en movimiento en busca de agua, emprendiendo y completando su ciclo vital, su marcha imparable, bajo una sola ley: la del más fuerte.

El cráter del Ngorongoro, una gran caldera de 260km2 de un volcán inactivo en la que la naturaleza se ha desarrollado en estado puro. Observando este proceso, imperturbable y majestuoso, se levanta silenciosamente la montaña sagrada, el Kilimanjaro, el macizo montañoso más alto del continente africano.

Posibilidad de terminar la ruta en las maravillosas playas de arena fina y blanca y aguas azul turquesa, rodeadas por verdes palmerales y una vegetación exuberante que conforman la isla de Zanzibar. Además de sus playas, podrá disfruta de Stone Town (patrimonio de la humanidad por la Unesco), con sus tortuosas calles, mezquitas, bazares y casas de piedra coralina o el parque natural de Jozani, último reducto de manglar y único lugar para observar los colobos rojos (una especie autóctona de la isla), y, como no, la actividad más demandada por el turismo, el buceo, en sus preciosos arrecifes coralinos.